lunes, 8 de junio de 2009

Movimiento por los derechos civiles y el jazz

El Movimiento por los Derechos Civiles en Estados Unidos fue una lucha no violenta para extender el acceso pleno a los derechos civiles y la igualdad ante la ley a los grupos que no los tienen, sobre todo a los afroamericanos. Esa lucha tenía como objetivo terminar la discriminación contra los afroamericanos y con la segregación racial, especialmente en los estados del Sur. Se considera que este período en 1955 con la Asociación para el Mejoramiento de Montgomery y finaliza con el asesinato de Martin Luther King Jr., aunque el movimiento por los derechos civiles sigue actuando. El trompetista Louis Armstrong contribuyó económicamente con este movimiento. Ray Charles (el cantante y pianista) también aportó a la causa. Archie Shepp (escritor, músico y activista político) comienza a usar su música para apoyar la lucha de los negros americanos. Compuso dos temas claramente relacionados con esta lucha: “Rufus" es la transposición musical del linchamiento de un negro y “The Funeral” está dedicada al secretario de la NAACP, Medgar Evers, quien había sido asesinado por aquellos años. Su disco más famoso fue Fire Music,[12] en el que sus composiciones estaban dedicadas a las grandes figuras negras del movimiento, entre ellas, Malcolm X (activista de una organización llamada La nación del Islam). El baterista Max Roach, muy sensibilizado con la lucha de los negros introduce en su arte una intención totalmente política. En 1960, ese discurso se radicaliza y pasa de las palabras a los hechos organizando un festival paralelo y alternativo al oficial de Newport de ese año como forma de protesta contra la segregación racial y graba el disco We Insist! Freedom Now Suite,[13] una declaración contra el racismo manifestado desde la misma portada del álbum, donde se ve a un camarero blanco en la barra de un café con gesto amenazante hacía sus tres clientes negros. Sonny Rollins y Coleman Hawkins graban Freedom Suite, que fue la primer composición de jazz explícitamente dedicada a la protesta. Sobre este disco, Rollins dijo “América está embebida en cultura negra”. Sostenía que los afroamericanos representaban la esencia de la cultura americana pero eran oprimidos por un grupo (europeos blancos). Freedom Suite era un grito de protesta contra la forma en la que se los trataba a los afroamericanos desde los días de la esclavitud hasta los días de la grabación del disco. Rollins fue un hombre brillante que logró canalizar sus sentimientos de opresión a través del ejercicio del arte. Sidney Bechet (clarinetista nacido en Nueva Orleans a fines del siglo XIX) dijo: “Después de la emancipación…todos los que han sido esclavos necesitan ahora la música más que nunca; es como si trataran de encontrar en esta música lo que se suponía que encontrarían con esta libertad: tocar la música y escucharla esperando que exprese lo que necesitan aprender una vez que hayan aprendido que no es sólo a los blancos a los que le tiene que llegar la música, sino directo a la vida, y a lo que un hombre hace con su vida cuando finalmente es suya.”[14]
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